En Damián Colombo, cada anillo de compromiso es una promesa. Y esa promesa se construye sobre un material tan único como el momento que representa: el diamante natural. No es solo una elección estética, es una declaración de valor, autenticidad y permanencia.
Hoy queremos contarte por qué elegimos trabajar únicamente con diamantes naturales y en qué se diferencian de otros materiales como la zirconia. Porque cuando se trata de celebrar el amor, creemos que cada detalle debe ser tan real y duradero como el vínculo que representa.
El diamante natural: un tesoro forjado por el tiempo
Los diamantes naturales se forman en el corazón de la Tierra a lo largo de millones de años. Cada piedra es el resultado de un proceso único, donde la presión, el calor y el paso del tiempo dan vida a una gema inigualable.
Su brillo, su resistencia y su historia los convierten en el símbolo perfecto del compromiso eterno. No hay dos iguales: cada diamante es tan irrepetible como cada historia de amor.
¿Y la zirconia?
La zirconia cúbica es una piedra sintética, creada en laboratorio, que busca imitar el aspecto del diamante. A simple vista puede parecer similar, pero su estructura, peso, brillo y durabilidad son completamente distintos.
Brillo: El diamante natural tiene un resplandor profundo, con destellos únicos y una luminosidad que no se opaca con el tiempo. La zirconia, en cambio, presenta un brillo más superficial, que con los años puede perder intensidad.
Dureza: En la escala de Mohs, que mide la dureza de los minerales, el diamante se ubica en el nivel más alto: 10. Es el material natural más duro del planeta. La zirconia, en cambio, alcanza apenas un 8.5, lo que la hace más propensa a rayarse o quebrarse.
Valor: Un diamante natural es una inversión. No solo por su rareza y belleza, sino por su durabilidad y prestigio. La zirconia, por ser una imitación sin valor intrínseco, no conserva ni incrementa su valor con el tiempo.
El símbolo importa. El material, también.
Cuando alguien elige un anillo de compromiso, no está eligiendo solo una joya. Está eligiendo cómo quiere contar su historia. En Damián Colombo creemos que cada historia merece un símbolo real, con peso, origen y significado.
Por eso, trabajamos exclusivamente con diamantes naturales, seleccionados por su calidad, origen ético y belleza. Cada pieza que creamos no solo es una joya, es un legado familiar.
Compromiso real, diamante natural
Si estás por dar ese gran paso, queremos que sepas que estás eligiendo más que un diseño. Estás eligiendo una forma de reflejar el amor, de ponerle brillo a una promesa y de sellar un vínculo único.
El diamante natural representa ese amor que no busca imitaciones. Que es fuerte, único y verdadero. Como el que sentís hoy. Como el que querés que dure toda la vida.
¿Querés saber más sobre cómo elegir el diamante perfecto para tu anillo?
Estamos acá para acompañarte en este momento tan especial y ayudarte a encontrar esa pieza que hable por vos.
Brillo: El diamante natural tiene un resplandor profundo, con destellos únicos y una luminosidad que no se opaca con el tiempo. La zirconia, en cambio, presenta un brillo más superficial, que con los años puede perder intensidad.
Dureza: En la escala de Mohs, que mide la dureza de los minerales, el diamante se ubica en el nivel más alto: 10. Es el material natural más duro del planeta. La zirconia, en cambio, alcanza apenas un 8.5, lo que la hace más propensa a rayarse o quebrarse.
Valor: Un diamante natural es una inversión. No solo por su rareza y belleza, sino por su durabilidad y prestigio. La zirconia, por ser una imitación sin valor intrínseco, no conserva ni incrementa su valor con el tiempo.
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